domingo, 26 de octubre de 2008
Cómo Cambiar tu Vida en una Semana
Siete Días de Perdón
El Perdón es la clave de la Felicidad y de la Prosperidad.
En realidad perdonamos siempre para nuestro propio bienestar porque cuando perdonamos nos quitamos una gran carga de encima. Los resentimientos, los agravios, los sentimientos de culpa no nos permiten ser felices y prosperar. El perdón nos alivia, nos consuela y nos enriquece, y desde luego siempre beneficia a todos aquellos a quienes perdonamos y a todos los que conviven con nosotros porque cuando perdonamos creamos para nosotros y para los demás un ambiente de Paz, Armonía y Prosperidad. El perdón es el paso ineludible para vivir el Amor Incondicional.
Cuando quieras de verdad sentirte feliz y prosperar decídete a sacar una semana, es decir 7 días, para ejercitar tu mente en pensamientos de perdón. Y no se trata de decir largas oraciones ni ejercicios complicados, la práctica del perdón es muy sencilla, pero es fundamental que de corazón te digas a ti mismo:
“Yo.......... ......... quiero perdonar”; y hagas un serio compromiso contigo mismo de dedicarte siete días consecutivos a la dieta mental del perdón. Puedes comenzar cualquier día de la semana, a cualquier hora, lo importante es que apuntes el día, la hora y el lugar donde comienzas, y continúas el ejercicio durante siete días consecutivos. Si fallas en la dieta y te dejas vencer por tus resentimientos, deberás comenzar otra vez los siete días sin desanimarte.
Durante los siete días no te vas a detener en ningún pensamiento de fracaso, conflicto, agravio, celos, condenación, críticas, sentimientos de culpa, pensamientos de enfermedad, de muerte, de preocupación, de accidentes. En otras palabras ningún pensamiento falso de pesimismo, escasez o limitación.
Cuando te vengan pensamientos falsos no vas a luchar contra ellos, simplemente no les vas a dar poder deteniéndote en ellos. Cuando vengan sencillamente te dices a ti mismo mentalmente y preferible en voz alta: “Yo todo lo puedo y yo todo lo tengo en Dios en mí, nada ni nadie me puede dañar”.
Cuando te vengan a la memoria personas que resientes, les dices mentalmente: “Yo te bendigo en el nombre de Dios en mí y te perdono”
Cuando te veas envuelto en conversaciones de resentimientos pasados, noticias desagradables, o te lleguen mensajes que te saquen de tu paz y te dé miedo, dite a ti mismo: “Yo puedo ver esto de manera diferente” y te mantienes en el pensamiento elevado de que “Yo todo lo puedo y todo lo tengo en Dios en mí. Nada ni nadie me puede dañar”.
Simplemente no aceptes ninguna idea que no te enriquezca y te quite la paz.
Cuando te veas envuelto en discusiones donde te des cuenta de que quieres tener la razón a cambio de paz mental, reconoce que no es importante convencer a nadie de lo que tu crees y dite: “A mí no me interesa tener la razón, yo quiero tener paz interior”.
No tienes que luchar ni sermonear.
Durante estos siete días aplica la Regla de Oro: “ Haz a otros como tú quieres que te hagan a ti”
Durante estos siete días si surge alguna circunstancia o evento en tu vida que te asusta, respira profundo, aquiétate y reconoce que Dios está en ti y que si Dios es contigo nada ni nadie puede contra ti.
No le digas a nadie que estás en la dieta del perdón. Este poderoso ejercicio es privado e individual, manténlo para ti en tu corazón.
Recuerda que nada ni nadie tiene el poder de dañarte, solamente tu actitud, tu reacción ante la conducta de los demás, o eventos externos pueden hacerte daño.
Si eres fiel a los siete días del perdón sin lugar a dudas verás tu vida florecer. Es posible que se den cambios en ella, confía en la sabiduría de Dios en ti que te llevará siempre a la experiencia perfecta, la que tú necesitas para crecer y prosperar.
Oración de Perdón Para Sanar Cualquier Relación Que Necesite Perdón
Amado:
Mi amor por ti siempre es, porque el verdadero amor es para siempre y es inmutable.
Aunque nuestros caminos no vuelvan a cruzarse, aunque no vuelvas a acariciarme físicamente, siempre sentiré la energía de tu Amor acariciando mi espíritu porque yo se que de la misma manera que yo te amo, me amas tú a mí y la potencia de este Amor nada ni nadie la podrá destruir jamás.
Juntos caminamos un trecho del camino y en mi memoria solo quedan los momentos en que nos comunicamos nuestro Amor Incondicional, nuestros momentos de dicha perduran, los momentos en la cuales dos soledades y dos libertades se unieron en el Amor de Dios para extenderlo y comunicarlo.
Aunque con el correr del tiempo tu memoria física se desdibuje en mi mente, la memoria de tu Cristo, permanecerá para siempre contigo, amándote sin condiciones, y sin preguntas para siempre y agradeciéndote todo lo que aprendí sobre el Amor junto a ti
Doy gracias al Universo por tu santa presencia en mi vida y te bendigo seguro de tu Felicidad porque estoy totalmente segura de la mía.
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